lunes, 13 de agosto de 2007

Momo, la Virgen y el arte de saber sin saber

Momo es una maravillosa obra de Michael Ende, cuyo protagonista es una niña huérfana de origen desconocido, cuyo nombre es - adivinaron - Momo. Al principio de esta novela, le preguntan a la niña qué edad tiene. Ella contesta que tiene cien años; ante una nueva interrogante, dice que tiene ciento dos. En una interpretación superficial - y sin intentar profundizar en los elementos surrealistas que rodean las obras de Ende - es fácil pensar que la niña desconoce su edad, y al ser interrogada simplemente dice algún número que conoce.
Salgámonos ahora un poco de la fantasía. Hace algunos años se hizo en la Ciudad de México una encuesta en que, entre otras cosas, se preguntaba la fecha de nacimiento de la persona; no les importaba el año, sino únicamente el día y el mes. Al comparar los resultados, notaron que había un pico inexplicable en el día 12 de diciembre: muchísima más gente que la esperada había contestado que ese día era su cumpleaños, sobrepasando con creces a cualquier otra fecha. Lo más asombroso es que tanto el 11 como el 13 de diciembre se comportaban de forma normal, es decir era un día aislado de supuestos muchos nacimientos.
Analizando más a fondo, notaron que muchos de los que decían haber nacido en la fecha en cuestión eran huérfanos, o tenían muy poca educación. El punto es que, al ser confrontados con una pregunta sobre una fecha que no conocían, su respuesta fue la primera fecha que se les ocurrió. Y, ¿por qué a tanta gente se le ocurrió esa fecha en particular? Pues porque ese día es una celebración muy importante en México, a favor de la Virgen de Guadalupe.
Cabe aclarar que esta gente no necesariamente estaba mintiendo, o inventando; es muy probable que ellos en verdad creyeran que su cumpleaños caía en la fecha indicada. Esto podría haberse creado históricamente, por ejemplo, cuando un niño abandonado al nacer era adoptado por alguien mas tarde, y la fecha exacta no era conocida, se haya decidido por tal día para celebrarlo. Y ese niño haya crecido con la certeza de que esa era la fecha en que había nacido.
Mucha de esta gente, en fin, sabe que ha nacido el día de la Virgen, sin saberlo realmente.

1 comentario:

Guillermo Álvarez Labastida dijo...

Realmente interesante. Es muy curioso porque generalmente todos asumimos que todo el mundo conoce su fecha de nacimiento. ¡¡Nice post!!