INTERACCIÓN MEDICAMENTOS – ALCOHOL
Una de las cosas que más me preguntan, además de que significa mi nombre y cuando me voy a casar, es sí pueden tomar bebidas alcohólicas mientras están tomando algún medicamento.
A decir verdad, aunque es por todos sabido que tal mezcla no debe realizarse, durante los muchos o pocos años que llevo en contacto con las ciencias de la salud y en particular con la farmacología, nunca me he puesto a indagar los efectos adversos de esta conjunción.
Salvo algunos ejemplos concretos de medicamentos que sé no deben mezclarse con ingestas importantes de alcohol, no me he topado con un fundamento claro del por que ésta combinación no debe darse.
La mayoría de los medicamentos que mis allegados consumen son analgésicos, antipiréticos y/o antibióticos, me nace la curiosidad de saber que tipo de interacción se genera entre estos y el alcohol. Y en general con todos los medicamentos.
¡Empecemos la búsqueda!
Encontré una división, más o menos general y, clara del tipo de efectos que la combinación alcohol-medicamentos puede generar:
1.- Fármacos que potencian los efectos del alcohol.
2.- Alcohol como potenciador o reductor de los efectos de algunos fármacos.
De esta división de efectos el primero claramente nos dice que el fármaco o medicamento incrementara los efectos fisiológicos del alcohol, en aquella persona que esté echándose sus copitas.
¿A qué efectos nos referimos? Creo que la mayoría los conocemos y son esa sensación de relajación y desinhibición. Empezamos a socializar mejor y después empezamos a enrojecer nuestros rostros. Como hasta aquí todo sabe rico, seguimos pidiendo más bebidas, (¡si hay varo claro!) entonces empezamos a sudar, perdemos la coordinación hasta llegar a sentir nauseas y podemos llegar hasta a vomitar.
Pues si a bien esto nos pasa con unas 10 chelas, algunos fármacos como el disulfiram (antabuse), las sales de Litio (antidepresivos), las sulfonilureas (antidiabéticos), el ketoconazol (muy usado para los hongos de tus pies), el metronidazol (desparasitante) o las cefalosporinas (antibióticos), logran que tengamos el mismo efecto con la mitad de la ingesta usual.
Han de estar pensando “¡Que chido! Así me sale más barata la peda”. ¡¡¡Pues nooo!!! Los medicamentos son costosos. Jajajá. Y este efecto es muy riesgoso.
¿Cómo se logra este efecto? En general estos medicamentos inhiben el metabolismo del alcohol, provocando un aumento desproporcionado de la concentración de alcohol en sangre y acelerando las manifestaciones clínicas en las personas, como son la sudoración, las nauseas y el vomito. Y ni decir de la cruda.
Cabe destacar que éste efecto se puede producir hasta 72 horas después de haber ingerido el medicamento. Pero no se produce sí primero te empinas el pomo, es decir cuando el alcohol se ingiere primero. Obviamente no te vas a tomar el medicamento 5 minutos después de haberte embriagado ¿O sí?
En cuanto al punto # 2, este nos dice que el alcohol puede incrementar el efecto de algunos medicamentos o de disminuirlos. Y ambos efectos son graves, podríamos intoxicarnos en caso del incremento del efecto farmacológico (efecto en el cuerpo del medicamento), o podríamos empeorar el cuadro clínico de la enfermedad en caso de la disminución o eliminación del efecto farmacológico del medicamento.
Empecemos con los medicamentos que podrían generar una intoxicación si se mezclasen con alcohol.
Entre muchos de los que encontramos que podrían sufrir este efecto, los más comunes son los analgésicos como el Paracetamol (Tylenol®) y los Salicilatos (como la Aspirina®). Los antihipertensivos (Guanetidina y betanidina) y claro los antihistamínicos (Clorfenamina, dexclorfenamina, clemizol y todos los antihistamínicos existentes). El Nifedipino es ampliamente usado como antihipertensivo (en casos extremos) y como antianginoso (como la nitroglicerina) pues es un antagonista de los canales de calcio.
De entre los menos comunes, o que la mayoría no toma, tenemos el Metotrexato y Procarbazida como agentes contra el cáncer. Las Benzodiazepinas, los antipsicóticos, los antiparkinsonianos, los ansiolíticos y los antidepresivos triciclitos (Yo necesito uno de estos últimos, bueno me conformo con unas nenas (anfetas, jeje)).
Algunos de estos últimos por ser depresores del SNC, (sistema nervioso central – la torre de control que cuida que los aviones no choquen – jaja) sí se combinan con la ingesta de alcohol producen una mayor alteración psicomotora. Un mayor efecto depresor del SNC podría ser la incapacidad de coordinar, demasiado sueño e incluso podrias morir de paro respiratorio. Claro que hay que meterse varios chochós o varias copas para llegar a eso, pero hay que cuidarse de hacer eso.
El consumo agudo de alcohol (una gran cantidad en poco tiempo) induce la inhibición de las enzimas hepáticas, involucradas en la biotransformación, observándose un aumento de las concentraciones de estos fármacos, lo que puede prolongar sus efectos adversos.
En el caso de aquellos medicamentos que pierden su acción farmacológica al ingerir alcohol tenemos unos cuantos. El anestésico (Alfentanilo), el antiepiléptico y los anticoagulantes orales.
Aunque más bien parece ocurrir sólo en aquellas personas que son alcohólicas crónicas (de muchos años), pues se genera una inducción enzimática en el hígado que da lugar a un incremento en la tasa de biotransformación y por ende una disminución de la actividad de algunos fármacos, como los arriba mencionados, los antidiabéticos orales, el acetamínofen, la warfarina y rifampicina. Por este motivo los alcohólicos presentan tolerancia a estos medicamentos y necesitan dosis más altas.
Pues espero que al menos en general hayamos salido de la duda.
¡No se automedique!
¡Consulte a su medico!
Biotransformación: Procesos que tienen lugar en el organismo mediante los cuales los fármacos son trasnformados para ser eliminados.
